Un nuevo tratamiento con láser para el cáncer de próstata en sus primeras etapas, que no tiene los efectos colaterales asociados normalmente a la cirugía, fue puesto a prueba con éxito en Europa.
Cirujanos describieron este procedimiento, que destruye los tumores con rayos láser y una droga hecha con una bacteria que habita en el fondo marino, como "verdaderamente transformador".
Los ensayos, en los que participaron 413 hombres, mostraron que en cerca de la mitad de los pacientes no quedaron restos de cáncer.
El problema de la cirugía tradicional o la radioterapia es que provoca con frecuencia impotencia e incontinencia.
Hasta 9 de cada 10 hombres desarrollan problemas de erección y hasta un quinto manifiesta dificultades para controlar la vejiga.
Por esta razón, muchos hombres, en las primeras etapas del cáncer prefieren "esperar y ver" y sólo recurren al tratamiento cuando el tumor se torna agresivo.
"Esto cambia todo", dice el profesor Mark Emberton, quien probó la técnica en el University College de Londres.
Bacteria tóxica con la luz
La bacteria con la que se hace la droga para el tratamiento vive en la casi total oscuridad del fondo marino, y se vuelve tóxica sólo cuando se expone a la luz.
El procedimiento se hace insertando 10 fibras ópticas de láser en el perineo del paciente -la región entre el ano y los testículos- y en la glándula prostática cancerosa.
Cuando se enciende el láser rojo, se activa el fármaco que mata el cáncer y deja a la próstata saludable.
El ensayo -que se llevó a cabo en 47 hospitales en Europa- mostró que el 49% de los pacientes habían entrado en remisión por completo.
Y, cuando siguieron la evolución de los casos, sólo el 6% necesitó una operación para sacarle la próstata, en comparación con el 30% de los pacientes que no fueron sometidos a esta nueva terapia.
Sin efectos a largo plazo
Por otra lado, y esta es una de las consecuencias más importante, el impacto en la actividad sexual y en la micción de los pacientes tratados no duró más de tres meses.
Al cabo de dos años, los efectos ya no eran significativos.
"Estoy totalmente curado y libre de cáncer", le dijo a la BBC Gerald Capon, un británico de 68 años.
"Me siento increíblemente afortunado de que me hayan aceptado para el ensayo... Siento que mi futuro ahora está libre de preocupaciones".
Capon salió del hospital el día después del tratamiento.
"Gran cambio"
En opinión de Emberton, esta tecnología puede ser tan significativa para los hombres como fue para las mujeres el cambio de sacarles el pecho entero, en el caso de un cáncer de mama, a sacarles solo el tumor.
"La decisión de hacer o no tratamiento, siempre fue una cuestión de sopesar los beneficios frente a las desventajas".
"Las desventajas siempre fueron los daños colaterales: incontinencia y dificultades sexuales para la mayoría de los hombres".
"Poder administrar un nuevo tratamiento a los hombres que califican para ello, que está virtualmente exento de estos efectos colaterales, es realmente un gran cambio".
La tecnología fue desarrollada por el Instituto de Ciencia Weizmann en Israel, junto con la empresa tecnológica Steba Biotech.
Los resultados del ensayo fueron publicados en The Lancet Oncology.