La familia solanácea tiene una reputación fatal, pero estas plantas, impregnadas de mitos y folclor, se han usado durante miles de años por sus cualidades medicinales... y es posible que tengan muchas propiedades que podrían mantenernos saludables hoy en día.
"J.K. Rowling era extremadamente buena en botánica, y una de las plantas que incluyó en Harry Potter fue la mandrágora", le dice a la BBC Sandy Knapp, directora de la División de Plantas del Museo de Historia Natural en Londres.
En "Harry Potter y la cámara secreta", la profesora Sprout le muestra a Harry y a sus compañeros de clase cómo cambiarle la maceta a mandrágoras pequeñas, y les dice que usen orejeras.
"El llanto de la mandrágora es fatal para quien lo escuche", explica Hermione, alardeando de sus conocimientos.
Pero las plantas con las que los chicos están aprendiendo "son apenas de semillero", indica la profesora, por lo que "su llanto no mata aún... aunque pueden dejarte inconsciente por varias horas".
Los pupilos se tapan sus oídos y Harry saca una mandrágora de su maceta. "En vez de raíces, lo que salió fue un bebé extremadamente feo, embarrado y pequeño".
"Tenía la piel de un color verde pálido jaspeado y estaba claramente chillando con toda la fuerza que le daban sus pulmones".