¿Alguna vez te has preocupado pensando que el mejor momento de tu vida ya pasó? Y peor aún, ¿ni siquiera te diste cuenta?
Hay quienes afirman que la vida comienza a los 40 años, o que los 60 son los nuevos 50.
¿Pero es eso verdad? ¿A qué edad podemos sacar más provecho de la vida?
Para descubrirlo, decidimos explorar la literatura médica para evaluar cómo todo cambia con el paso del tiempo, desde la memoria hasta el impulso sexual.
Y lo que encontramos, nos sorprendió gratamente.
Actividad física
En aquello que requiere explosiones energéticas súbitas, como carreras de 100 metros o lanzamiento de jabalina, el momento ideal está a mediados de la década de los 20, debido a que a partir de ese momento comienza un rápido declive.
En el caso de los futbolistas, el proceso se inicia con anterioridad.
Sin embargo, los deportes que requieren de gran resistencia, como los maratones o las carreras de 100 km o 1000 km, suelen ser mejores para atletas de más edad.
Incluso después de pasar los 30 y los 40 años, el declive es gradual.
Un ejemplo es el caso de Sunny McKee, quien celebró su cumpleaños número 61 compitiendo en su primer triatlón Ironman, que incluía un recorrido en bicicleta de 180 km, un maratón y una competencia de nado de 4 km.
De hecho, muchos de los competidores se vuelven adictos a este tipo de eventos y continúan participando incluso cuando tienen más de 70 años.
El funcionamiento de la mente
En lo que respecta a la memoria, los hallazgos no fueron tan alentadores.
Después de los 20 años, queda en evidencia que la capacidad de almacenamiento de nueva información, fue mejor en otra época.
De hecho, es probable que todo haya empezado a ir cuesta abajo al salir de la escuela.
La capacidad para retener datos en la "memoria funcional", como por ejemplo las rondas de tragos en un bar, se mantiene por un rato más, pero disminuye progresivamente en la década de los 40.
Incluso más deprimente puede resultar enterarse de que la cumbre de la creatividad se alcanza pronto.
La mayoría de los descubrimientos galardonados con el premio Nobel se hicieron cuando los ganadores tenían alrededor de 40 años.
Y nuestra materia blanca –las conexiones que forman las superautopistas de la información de nuestro cerebro- también empieza a menguar en ese momento, lo que puede hacernos más lentos.
Pero no todo es malo.
El lado positivo del cerebro
Hay otras habilidades que siguen desarrollándose con el paso del tiempo, como la comprensión lectora y la aritmética.
Y el razonamiento social –la capacidad de lidiar efectivamente con las complejidades de la amistad- alcanza su cima posteriormente.
Esto quiere decir que nuestras habilidades mentales mejoran y empeoran siguiendo una suerte de patrón curvo. Cuando la cresta de una ola pasó, viene otra.
"No hay una edad en la que seamos buenos en todo, o incluso en la mayoría de las cosas", afirma Josh Hartshorne, de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, quien estuvo a cargo de una investigación con respecto al tema.
El aspecto sexual
Si las películas y las series de televisión tienen algo de credibilidad, la década los 20 y los 30 son una especie de orgía permanente.
Pero en realidad, ni el deseo ni la actividad sexual disminuyen hasta bien entrada la década de los 50.
E incluso en ese momento, el declive no es pronunciado.
Según un estudio, no es descabellado que hombres de 55 años tengan la expectativa de mantener relaciones sexuales frecuentes por otros 15 años.
Las mujeres de esa misma edad pueden contar con poco más de una década adicional.
El coito puede no ser tan regular y vigoroso como en otros tiempos, pero según ese estudio, 30% de personas saludables, con edades comprendidas entre los 65 y los 74 años, disfrutan del sexo al menos una vez a la semana.
Pero la disminución en el impulso sexual también se puede ver compensada con el aumento del disfrute de la vida.
Puede resultar un poco paradójico considerando los achaques físicos que llegan con la edad, pero también podría estar relacionado con el hecho de que, finalmente, las personas aprenden a equilibrar sus emociones.
¿El elixir de la juventud?
Entonces, ¿qué podemos concluir de estos hallazgos?
La cumbre sexual se alcanza en la década de los 20, la física en los 30, la mental en los 40 y 50 y en la de los 60, se es más feliz.
Aunque, por supuesto, siempre influyen las circunstancias personales.
Pero es más importante el reconocimiento de que la edad llega con sus altos y bajos, por lo que no se puede hablar de un momento cumbre en la vida.
También es importante considerar que algunas de las dificultades mencionadas con anterioridad, pueden combatirse en cierta forma.
El ejercicio, en particular, no solo prolonga la capacidad física y ayuda a combatir enfermedades relacionadas con la edad, como la diabetes y el cáncer, sino que también fortalece la memoria.
Quienes gozan de buena salud también puede disfrutar de unos cinco años más de actividad sexual al final de sus vidas.
Es lo más cerca que llegaremos al elixir de la juventud.
Los psicólogos también apuntan que la actitud mental puede jugar un papel más importante del que se piensa, por lo que algunas limitaciones podrían deberse más bien a ese aspecto y no al desgaste del cuerpo.
Nada puede revertir el envejecimiento. Pero al saber qué nos espera, podemos hacer que el recorrido sea más agradable.