04 junio 2015

¿Qué hacer cuando el ejercicio te engorda?

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REDACCIÓN INTERNACIONAL.- En la sociedad actual hay una demanda desmesurada de personas que quieren perder peso, en la mayoría de los casos por no corresponder con el canon físico actual y, en otros muchos, por pura necesidad de recuperar la salud.
Según Miguel Ángel Peraita, médico especializado en medicina biológica y antienvejecimiento, la solución más frecuente es recurrir a aquella dieta en la que se coma menos y se pase menos hambre, promoviéndose el fenómeno de la proliferación de tantas dietas milagro que abarrotan «un mercado tan necesitado, poco crítico y que, fruto de esta desesperación, acoge todo aquello que siente que le vende mayor ilusión, aunque no sea real».
En su opinión, el resultado está a la vista: la mayor parte de la gente obesa que se puede observar por las calles son los que más dietas han hecho. «Esto tiene su razón de ser en que la disminución importante de ingreso de calorías que conlleva la dieta, también acarrea un bloqueo en el metabolismo de las hormonas responsables de la pérdida de grasa, tales como las hormonas tiroideas, la leptina y la adiponectina, de manera que hacemos al individuo más resistente a la carencia de comida, con un metabolismo más ahorrador, lo cual acaba provocando el conocido efecto yo-yo, que finalmente es el resultado de estos periodos hipocalóricos».
A esta circunstancia se añade lo que generalmente se considera como una solución: el ejercicio. «Dado que consume calorías, el ejercicio ayuda a eliminar grasas, pero unido a la dieta hace que los efectos de ingerir menos sean aún más devastadores en la supresión del metabolismo».
«¿Qué hemos aprendido con la crisis? —pregunta—. ¡A ahorrar! Si mis ingresos son de 400 € al mes y mis gastos son de 1.500, ¿qué haré? ¡Ahorrar! Eso hago cuando me someten a dieta. Si dentro de 5 años hay otra crisis ya sabemos lo que hay que hacer. Ahorrar. Si en 15 años viene otra crisis, pues ya sabemos; a ahorrar. Eso es lo que hace nuestro organismo, cada vez mejor, con cada dieta a la que es sometido. ¡Pero imagina ahora que en vez de tener 1.500 € de gasto mensual tuviese que afrontar 5.000 €! ¡La forma de ahorrar debería ser extrema! Piensa por un momento en lo que ha generado la situación económica de crisis en la sociedad: que aprendiésemos a ahorrar para sobrevivir, al igual que con las dietas. Si en unos años aparece una nueva crisis, rápidamente sabremos qué hacer y el proceso de ahorro será mucho más rápido y eficaz, tal y como ocurre con cada una de las dietas que realizamos».
Metabolismo eficaz
El doctor Peraita explica que el ejemplo anterior sirve para entender lo que ocurre cuando se hace ejercicio intenso estando a dieta: con muy pocos ingresos, tengo muchísimo gasto. Es decir, debe quedar muy claro que «si como poco, entreno poco y si entreno mucho, como mucho». Añade que es una máxima que no hay que perder de vista para que el metabolismo sea eficaz.
«Al incorporar una pauta de ejercicio debe hacerse de forma progresiva, pero también necesitaremos calorías para corresponder al gasto. Lo que se hace necesario es disminuir la presencia de aquellos alimentos que incrementan la tendencia a guardar grasascomo depósitos que son aquellos alimentos que son de tipo azúcar (dulces, harinas, pan, zumos, sodas, etc.), salvo en un momento clave en el que son indispensables: a continuación del ejercicio. En ese momento, esos azúcares no se pueden acumular como grasa, sino que son utilizados para la recuperación del combustible muscular. Tanto es así, que la hormona tiroidea inactiva T4 (que no quema grasa) no se convertirá en la activa T3 (que si quema grasa) si no hay presencia de hidratos en el post entrenamiento. A la vez deberemos aumentar las proteínas de la dieta poco a poco, ya que con el incremento de la actividad estamos destruyendo masa muscular, e incluir cantidades controladas de grasas adecuadas, tales como los frutos secos, aguacate, huevo entero, pescado azul, carne roja, aceite de oliva, aceite de coco, etc».
Lo que no hay que perder de vista es que el objetivo de perder peso exige algo muy concreto que es favorecer la actividad del metabolismo, que pasa por incluir unas pautas de ejercicio (lo que da sentido a que el organismo se defienda del esfuerzo gastando grasa), pero sin generar un déficit crítico de calorías que reconduzca al efecto opuesto por pura necesidad de supervivencia.
¿Quieres perder peso? «Ponte en forma, pero aliméntate correctamente para tu recuperación y el mantenimiento eficaz de tu actividad, sacando de tu alimentación los alimentos con efecto azúcar que ponen en marcha a las hormonas de guardar grasa», asegura.

Fuente: ABC.es

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