INTERNACIONAL.– ¿Simplemente, “tienes ganas de comer”? Aunque no lo creas es normal, sobre todo para quienes están cambiando un hábito alimenticio. Para superarlo debes aprender a diferenciar entre ansiedad y hambre.
Se trata de ansiedad cuando tu cuerpo, física y mentalmente, convierte la comida en un mecanismo de defensa.
Al estar una persona estresada los niveles de grelina (hormona del hambre) aumentan, lo que ayuda al organismo a combatir una posible depresión y reducir los síntomas del estrés”, así lo señala un estudio de la Sourthwestern Medical Center.
Aunque ahora ya sabes que lo que experimentas es un apetito ansioso y aun así no puedes resistir, sigue estas recomendaciones.
- Sopa
Esta debe ser de vegetales y casera, y la vas a consumir antes de la comida y entre horas. Además de aportar pocas calorías con un alto valor nutricional, te darán una sensación de saciedad que te relajará disminuyendo la ansiedad.
- Evita alimentos excitantes
Principalmente café, té con cafeína, chocolates y azúcar, pues éstos incrementan los niveles de adrenalina lo que ocasiona que pierdas el control sobre tu ansiedad.
Para que obtengas el necesario para calmar tus nervios debes consumir de 4 a 5 nueces al día, alimentos integrales o albaricoques.
Por último trata siempre de respetar tus horarios de comida, pues el aumento de las horas de ayuno puede inducirte a un estado de apetito por ansiedad. ¡Sí puedes!