El aislamiento social y afectivo incrementa un 30 por ciento la posibilidad de sufrir un accidente cerebrovascular o padecer una enfermedad coronaria, según un estudio de la Universidad Brigham Young de Utah, Estados Unidos.
"Nuestro trabajo indica que el tratamiento de la soledad y el aislamiento social puede tener un papel importante en la prevención de dos de las principales causas de mortalidad en los países desarrollados", aseguran los autores del trabajo.
Los resultados se extraen del análisis a más de 181.000 personas, seleccionadas desde 16 bases de datos de estudios previos. Los investigadores monitorizaron entre tres y 21 años cómo la nutrición o las horas de sueño afectaban a sus relaciones sociales.