BARCELONA.- Un fármaco
usado en algunas leucemias y linfomas ha demostrado su eficacia para frenar el
crecimiento del cáncer de páncreas, según un ensayo preclínico con ratones que
ha llevado a cabo el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), de Barcelona
(noreste).
La investigación, que publica este miércoles en su portada la revista ‘Cancer
Research’, fue llevada a cabo por investigadores del grupo de Modelización de
terapias antitumorales en ratón del VHIO, que han demostrado la utilidad de un
fármaco inhibidor de la quinasa BTK, denominado ‘ibrutinib’, para tratar el
cáncer de páncreas en modelos preclínicos con ratones.
El ‘Ibrutinib’ es un fármaco hasta ahora utilizado para tratar leucemia y linfomas, pero la investigación dirigida por la doctora Laura Soucek reveló su utilidad para el cáncer de páncreas, lo que, según la oncóloga, abre la puerta a un nuevo enfoque terapéutico para otras patologías fibróticas.
El grupo de Soucek ha estudiado durante los últimos años la importancia de los mastocitos en algunos tumores, y el ‘Ibrutinib’, que es un inhibidor de la Tirosina Quinasa de Bruton (BTK, por sus siglas en inglés), necesaria para la maduración de las células implicadas en algunos cánceres hematológicos, es también esencial para activar los mastocitos.
Esto les llevó a probar por primera vez este fármaco con el objetivo de inhibir los mastocitos en un modelo de insulinoma en ratones.
Los resultados fueron muy positivos, por lo que los investigadores decidieron probarlo también en modelos de adenocarcinoma de páncreas, el tumor de páncreas más frecuente y agresivo, que tiene una notable infiltración de mastocitos y una elevada tasa de crecimiento y diseminación.
Pacientes afectados por esta enfermedad tienen escasa respuesta al tratamiento y, como consecuencia, una muy baja supervivencia.
Los médicos probaron tanto la administración de ‘ibrutinib’ en forma de monoterapia como en combinación con la quimioterapia habitual en tumores de páncreas, y en ambos casos mejoró la supervivencia de los ratones.
Pese a que estos esperanzadores resultados son todavía preclínicos y se han obtenido usando ratones, el hecho de que los tumores de páncreas sean muy agresivos, unido a la escasez de opciones terapéuticas, y de que se trate de un fármaco existente ya aprobado para su uso en otros tipos de cáncer, abre la puerta a la posibilidad de aplicarlo en pacientes con cáncer de páncreas.
“Entre un descubrimiento científico y su aplicación clínica pasan años. En este caso, dado que la eficacia y seguridad de este fármaco ya se conoce y ha sido aprobado previamente para otro tipo de tumores, es razonable esperar que rápidamente se pongan en marcha los ensayos clínicos destinados a validar el uso de ‘ibrutinib’ para el cáncer de páncreas”, según Soucek
El ‘Ibrutinib’ es un fármaco hasta ahora utilizado para tratar leucemia y linfomas, pero la investigación dirigida por la doctora Laura Soucek reveló su utilidad para el cáncer de páncreas, lo que, según la oncóloga, abre la puerta a un nuevo enfoque terapéutico para otras patologías fibróticas.
El grupo de Soucek ha estudiado durante los últimos años la importancia de los mastocitos en algunos tumores, y el ‘Ibrutinib’, que es un inhibidor de la Tirosina Quinasa de Bruton (BTK, por sus siglas en inglés), necesaria para la maduración de las células implicadas en algunos cánceres hematológicos, es también esencial para activar los mastocitos.
Esto les llevó a probar por primera vez este fármaco con el objetivo de inhibir los mastocitos en un modelo de insulinoma en ratones.
Los resultados fueron muy positivos, por lo que los investigadores decidieron probarlo también en modelos de adenocarcinoma de páncreas, el tumor de páncreas más frecuente y agresivo, que tiene una notable infiltración de mastocitos y una elevada tasa de crecimiento y diseminación.
Pacientes afectados por esta enfermedad tienen escasa respuesta al tratamiento y, como consecuencia, una muy baja supervivencia.
Los médicos probaron tanto la administración de ‘ibrutinib’ en forma de monoterapia como en combinación con la quimioterapia habitual en tumores de páncreas, y en ambos casos mejoró la supervivencia de los ratones.
Pese a que estos esperanzadores resultados son todavía preclínicos y se han obtenido usando ratones, el hecho de que los tumores de páncreas sean muy agresivos, unido a la escasez de opciones terapéuticas, y de que se trate de un fármaco existente ya aprobado para su uso en otros tipos de cáncer, abre la puerta a la posibilidad de aplicarlo en pacientes con cáncer de páncreas.
“Entre un descubrimiento científico y su aplicación clínica pasan años. En este caso, dado que la eficacia y seguridad de este fármaco ya se conoce y ha sido aprobado previamente para otro tipo de tumores, es razonable esperar que rápidamente se pongan en marcha los ensayos clínicos destinados a validar el uso de ‘ibrutinib’ para el cáncer de páncreas”, según Soucek