INTERNACIONAL.- Siempre se ha pensado que un
divorcio deja un corazón un roto y parece que el dicho podría tener una base
científica porque los divorciados tienen más probabilidades de tener un infarto
que las personas que permanecen casados o en pareja. Lo afirma un estudio que
publica la revista «Circulation» que ha analizado los datos de 15.827 personas.
Sus resultados mostraban que las mujeres eran el ‘sexo más débil’ en cuanto a
sufrir un evento cardíaco tras un divorcio. Y, además, su riesgo no se reduce
apenas aunque se vuelven a casar. Y la culpa la tiene el estrés crónico
vinculado al divorcio, que según los investigadores de laUniversidad de
Duke (EE.UU.) tiene un impacto a largo plazo sobre el organismo.
Se sabe que la muerte de un ser querido puede aumentar considerablemente el riesgo de un ataque al corazón. Y ahora parece que el divorcio tiene un efecto similar. En su trabajo, realizado entre 1992 y 2010, una de cada tres personas se divorciaron al menos una vez. Y la peor parte de la llevaron las mujeres, ya que tras su separación eran un 24% más propensas a haber tenido un ataque al corazón que permanecieron casadas durante todo el estudio. Y el riesgo era acumulativo: a más divorcios, más riesgo. Por ejemplo, las probabilidades de infarto eran de un 77% para las que tuvieron múltiples divorcios. Sin embargo, este riesgo era más reducido en los varones: un 10% extra en el caso de un único divorcio y de un 30% después de múltiples divorcios.
Para Linda George, autora del estudio, este riesgo es comparable a la de la hipertensión o diabetes o diabetes. Y aunque reparar el corazón con un nuevo casamiento es posible, el impacto solo se reduce un poco en las mujeres, mientras que los hombres se recuperan totalmente.
Las causas de esta diferencia son inciertas, reconocen. Por ejemplo, los cambios en el estilo de vida, como la pérdida de ingresos, no pudieron explicar este mayor riesgo. En declaraciones a BBC, George cree es posible que la angustia psicológica suponga una tensión constante sobre el sistema inmunológico y como consecuencia aumenten los niveles de hormonas proinflamatorias y de estrés. Y esta angustia psicológica parecer ser mayor y más grave en las mujeres.
Fuente: abc.es
Se sabe que la muerte de un ser querido puede aumentar considerablemente el riesgo de un ataque al corazón. Y ahora parece que el divorcio tiene un efecto similar. En su trabajo, realizado entre 1992 y 2010, una de cada tres personas se divorciaron al menos una vez. Y la peor parte de la llevaron las mujeres, ya que tras su separación eran un 24% más propensas a haber tenido un ataque al corazón que permanecieron casadas durante todo el estudio. Y el riesgo era acumulativo: a más divorcios, más riesgo. Por ejemplo, las probabilidades de infarto eran de un 77% para las que tuvieron múltiples divorcios. Sin embargo, este riesgo era más reducido en los varones: un 10% extra en el caso de un único divorcio y de un 30% después de múltiples divorcios.
Para Linda George, autora del estudio, este riesgo es comparable a la de la hipertensión o diabetes o diabetes. Y aunque reparar el corazón con un nuevo casamiento es posible, el impacto solo se reduce un poco en las mujeres, mientras que los hombres se recuperan totalmente.
Las causas de esta diferencia son inciertas, reconocen. Por ejemplo, los cambios en el estilo de vida, como la pérdida de ingresos, no pudieron explicar este mayor riesgo. En declaraciones a BBC, George cree es posible que la angustia psicológica suponga una tensión constante sobre el sistema inmunológico y como consecuencia aumenten los niveles de hormonas proinflamatorias y de estrés. Y esta angustia psicológica parecer ser mayor y más grave en las mujeres.
Sin tratamiento
El problema es que mientras que hay fármacos para muchas enfermedades, no los hay para las rupturas sentimentales. Ahora bien, matizan, los resultados no son definitivos y serán necesarios más investigaciones antes de catalogar al divorcio como un importante factor de riesgo para el corazón.Fuente: abc.es