INTERNACIONAL.- A
pesar de todas las campañas que se realizan, todavía hay muchas personas que
sigue sin protegerse la piel. No son conscientes del daño que la radiación solar
puede hacerles. Virginia Sánchez, dermatóloga en el Hospital de Sanchinarro nos
recuerda cómo debemos proceder.
-¿De qué manera afecta el sol a nuestra piel si no la protegemos?
La radiación ultravioleta (RUV) proveniente del sol tiene numerosos efectos negativos sobre la piel que la perjudican directa e indirectamente. Distinguimos principalmente dos tipos de RUV: tipo A (UVA) y tipo B (UVB). El sol contiene 20 veces más radiación UVA que UVB. La radiación UVB se absorbe en las capas superficiales de la piel y produce antes la quemadura solar (“ponerse rojo”) mientras que la UVA es capaz de llegar a las capas más profundas de la piel y a las células sanguíneas circulantes.
Sabemos que la mitad del daño producido por la RUV se debe a lesión celular directa mientras que la otra mitad la producen los radicales libres que aparecen debidos precisamente a la exposición cutánea a esta radiación.
La consecuencia de todo esto es el daño del ADN celular apareciendo mutaciones que se manifiestan en la piel como cambios pigmentarios (manchas), alteraciones vasculares (rojeces), aparición de arrugas, flacidez, inmunosupresión (bajada de defensas) y cáncer de piel.
-¿Qué protección es necesaria según las estaciones del año, el tipo de piel y la edad?
Las pieles más claras (rubios y pelirrojos) y los niños menores de 4 años son los más sensibles a la radiación por lo que deben evitar la exposición solar lo máximo posible. En el verano sólo deberían exponerse antes de las 11h y después de las 17h. En el invierno no hay tanto problema porque la radiación es menos intensa. No hay que olvidar el uso de gafas de sol puesto que los ojos también sufren directamente el daño del sol. Las pieles muy oscuras pueden exponerse al sol de forma más abierta aunque sin abusar en las horas centrales del día (12-16h) en verano.
Hay distintas formas de protegernos del sol:
1. Horario de exposición solar: hay que evitar la exposición directa al sol de 12 a 16h en los meses de verano.
2. Ropa y accesorios: se recomienda el uso de gorros, sombreros, sombrillas, gafas de sol y ropa amplia y fresca. Existen tejidos con filtros solares establecidos y son muy recomendables.
3. Filtros solares tópicos: químicos y físicos. La mayoría contienen una combinación de ambos. Es preferible el uso de filtros exclusivamente físicos en personas muy alérgicas y en niños pequeños. Para las pieles claras se recomienda utilizar siempre filtros de 30 FPS o superior durante el verano y de 15 durante el invierno.
-¿Desde cuándo debemos poner crema protectora a los niños? ¿Todo el año o sólo a partir de la primavera?
No podemos olvidar que el sol también tiene efectos beneficiosos muy importantes para el organismo, incluso para la piel. Por lo tanto, en general durante el invierno no es necesario utilizar filtros solares si la exposición es sólo el momento del patio en el colegio/guardería y el ratito del parque. Si se sale por la montaña o a la playa en las horas del mediodía se debe aplicar al menos FPS 15 en invierno. A partir de la primavera es muy recomendable aplicar filtro a los niños todas las mañanas con FPS 30 o superior.
-¿Las personas de piel morena también deben protegerse?
Mientras más morena es una persona mejor defensa natural tiene frente a las RUV y por lo tanto menos protección necesita. Sin embargo, no se debe olvidar nunca que los efectos negativos del sol del mediodía en verano son superiores a sus beneficios y esto afecta a todos los tipos de piel incluidos los más oscuros.
-¿Es el sol el responsable de un envejecimiento prematuro de la piel, además de enfermedades muchísimo más graves?
Por supuesto, el daño del ADN celular debido a la radiación solar produce mutaciones celulares importantes que se manifiestan como arrugas, alteraciones de la pigmentación y cáncer de piel.
Por otro lado existen enfermedades sistémicas que pueden empeorar con la exposición solar como el lupus eritematoso.
Fuente: ABC.es
-¿De qué manera afecta el sol a nuestra piel si no la protegemos?
La radiación ultravioleta (RUV) proveniente del sol tiene numerosos efectos negativos sobre la piel que la perjudican directa e indirectamente. Distinguimos principalmente dos tipos de RUV: tipo A (UVA) y tipo B (UVB). El sol contiene 20 veces más radiación UVA que UVB. La radiación UVB se absorbe en las capas superficiales de la piel y produce antes la quemadura solar (“ponerse rojo”) mientras que la UVA es capaz de llegar a las capas más profundas de la piel y a las células sanguíneas circulantes.
Sabemos que la mitad del daño producido por la RUV se debe a lesión celular directa mientras que la otra mitad la producen los radicales libres que aparecen debidos precisamente a la exposición cutánea a esta radiación.
La consecuencia de todo esto es el daño del ADN celular apareciendo mutaciones que se manifiestan en la piel como cambios pigmentarios (manchas), alteraciones vasculares (rojeces), aparición de arrugas, flacidez, inmunosupresión (bajada de defensas) y cáncer de piel.
-¿Qué protección es necesaria según las estaciones del año, el tipo de piel y la edad?
Las pieles más claras (rubios y pelirrojos) y los niños menores de 4 años son los más sensibles a la radiación por lo que deben evitar la exposición solar lo máximo posible. En el verano sólo deberían exponerse antes de las 11h y después de las 17h. En el invierno no hay tanto problema porque la radiación es menos intensa. No hay que olvidar el uso de gafas de sol puesto que los ojos también sufren directamente el daño del sol. Las pieles muy oscuras pueden exponerse al sol de forma más abierta aunque sin abusar en las horas centrales del día (12-16h) en verano.
Hay distintas formas de protegernos del sol:
1. Horario de exposición solar: hay que evitar la exposición directa al sol de 12 a 16h en los meses de verano.
2. Ropa y accesorios: se recomienda el uso de gorros, sombreros, sombrillas, gafas de sol y ropa amplia y fresca. Existen tejidos con filtros solares establecidos y son muy recomendables.
3. Filtros solares tópicos: químicos y físicos. La mayoría contienen una combinación de ambos. Es preferible el uso de filtros exclusivamente físicos en personas muy alérgicas y en niños pequeños. Para las pieles claras se recomienda utilizar siempre filtros de 30 FPS o superior durante el verano y de 15 durante el invierno.
-¿Desde cuándo debemos poner crema protectora a los niños? ¿Todo el año o sólo a partir de la primavera?
No podemos olvidar que el sol también tiene efectos beneficiosos muy importantes para el organismo, incluso para la piel. Por lo tanto, en general durante el invierno no es necesario utilizar filtros solares si la exposición es sólo el momento del patio en el colegio/guardería y el ratito del parque. Si se sale por la montaña o a la playa en las horas del mediodía se debe aplicar al menos FPS 15 en invierno. A partir de la primavera es muy recomendable aplicar filtro a los niños todas las mañanas con FPS 30 o superior.
-¿Las personas de piel morena también deben protegerse?
Mientras más morena es una persona mejor defensa natural tiene frente a las RUV y por lo tanto menos protección necesita. Sin embargo, no se debe olvidar nunca que los efectos negativos del sol del mediodía en verano son superiores a sus beneficios y esto afecta a todos los tipos de piel incluidos los más oscuros.
-¿Es el sol el responsable de un envejecimiento prematuro de la piel, además de enfermedades muchísimo más graves?
Por supuesto, el daño del ADN celular debido a la radiación solar produce mutaciones celulares importantes que se manifiestan como arrugas, alteraciones de la pigmentación y cáncer de piel.
Por otro lado existen enfermedades sistémicas que pueden empeorar con la exposición solar como el lupus eritematoso.
Fuente: ABC.es