INTERNACIONAL.– Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el cáncer de cuello uterino es el segundo tipo de cáncer más frecuente en la mujer, y se relaciona con una infección a causa del virus del papiloma humano (VPH).
A pesar de que existen más de 100 tipos de cánceres cervicouterinos, la mayoría de ellos están relacionados con una infección de origen sexual que puede prevenirse en sus fases más tempranas, siempre y cuando nos sometamos a revisiones periódicas con nuestro ginecólogo.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta es que el virus del papiloma humano puede cursar sin demasiados síntomas e incluso desaparecer por sí mismo pero, según nos indican los médicos, es reincidente y puede reaparecer en forma de cáncer.
Es un tema serio del que queremos hablarte, puesto que estamos ante una de las enfermedades más graves relacionadas con la salud de la mujer. Te invitamos a tomar nota.
¿Qué es cáncer de cuello uterino?
Como todo cáncer, esta enfermedad tiene su desencadenante en una serie de células que empiezan a crecer de forma desmesurada en el tejido que reviste el cuello uterino.
Hemos de recordar que el cuello uterino conecta el cuerpo del útero con la vagina y que este suele cambiar a medida que nos hacemos mayores y, por supuesto, cuando damos a luz.
El proceso mediante el cual unas células sanas del cuello del útero pasan a ser cancerosas es lento. Primero se transforman en precancerosas, para más tarde, pasar a ser potencialmente cancerosas.
Todo ello se puede detectar bajo un microscopio haciéndonos una sencilla prueba a través de un “raspado” del tejido del cuello uterino.
Como dato de interés, cabe decir que el tipo de cáncer de cuello uterino más común es el carcinoma de células escamosas.
También debemos tener en cuenta que, en ocasiones, esas células precancerosas pueden no desarrollarse en cancerosas y estar latentes sin desarrollar el cáncer pero, en caso de hacerlo, estamos ante una enfermedad muy invasiva.
Causas del cáncer de cuello uterino
Tal y como te hemos señalado al inicio, estamos ante un tipo de cáncer muy virulento que afecta a miles de mujeres en todo el mundo.
Las causas que originan esta enfermedad se centran en varios “factores de riesgo”, elementos que, en ocasiones, al combinarse entre sí harán que esas células precancerosas se desarrollen o no en células cancerosas.
Principales causas:
El virus del papiloma humano (VPH o HPV, por sus siglas en inglés) es el origen más común de esta enfermedad.
En realidad no se trata de un solo un virus, sino que existen 150 tipos. Algunos de ellos pueden ocasionar el crecimiento descontrolado de células a raíz de unos papilomas (verrugas).
Este virus puede hacer que desarrollemos los clásicos papilomas en labios o pies por el simple contacto con la piel o bien que quedemos infectados debido a un contacto sexual.
En este último caso, tanto los órganos genitales femeninos y masculinos pueden desarrollar tanto un VPH de bajo riesgo o de alto riesgo relacionado con el cáncer.
Si bien es cierto que la infección por VPH es común, y todas podemos vencerla gracias a nuestro sistema inmunológico, en ocasiones la enfermedad se vuelve crónica y puede derivar en cáncer.
Si una mujer fuma y además ha contraído el VPH, tiene mayores posibilidades de que las células precancerosas del cuello uterino acaben convirtiéndose en cancerosas.
Es un factor importante, puesto que nuestro sistema inmunológico no podrá hacer frente a la enfermedad con mayor eficacia.
Claves para prevenir el cáncer de cuello uterino
Vacuna para prevenir el virus del papiloma humano
Son muchos los profesionales de la sanidad que recomiendan la necesidad de prevenir el cáncer del cuello uterino con las dos vacunas existentes para ello.
La vacuna bivalente (Cervarix) y la vacuna tetravalente (Gardasil) nos protegen frente a distintos tipos de infecciones y cánceres de vagina y cuello uterino. Pueden administrarse desde los 9 hasta los 45 años.
Las pruebas periódicas del papiloma
Tal y como te hemos indicado antes, este tipo de cáncer puede diagnosticarse en sus fases previas. Para ello, es necesario someternos a revisiones anuales con nuestro ginecólogo.
Se trata solo de recoger una muestra de células del cuello del útero y del canal cervical para enviarlas al laboratorio y estudiarlas. Muy fácil.
Mantener una sexualidad sana y segura
Factores como el tener muchos compañeros sexuales o no hacer uso de determinados sistemas de protección pueden hacer que tengamos mayor riesgo a la hora de contraer el virus del papiloma, o cualquier otra enfermedad de origen sexual.
Hay que tenerlo en cuenta.
Evita fumar
El tabaco, por sí mismo, no es la causa del desarrollo del cáncer de cuello uterino, pero puede ser un desencadenante.
Tal y como te hemos señalado en el artículo, en caso de ser fumadoras nuestras defensas pueden dejar de ser tan eficaces a la hora de hacer frente a una infección de VPH y, con el tiempo, esas células precancerosas serán ya invasivas.
Para concluir, se trataría de cuidar de nuestros hábitos de salud y, ante todo, establecer revisiones periódicas con el ginecólogo para prevenir este tipo de enfermedad. Vale la pena tenerlo en cuenta.