INTERNACIONAL.- Destacando la importancia de mantener una adecuada función neuronal para conservar el buen estado del cerebro, a continuación queremos compartir costumbres poco saludables que las afectan.
- Las situaciones estresantes
Una persona que está sometida a constantes situaciones de estrés suele tener más dificultad para concentrarse y usar sus habilidades cognitivas.
Esto se debe a que esta respuesta del organismo mata las neuronas y, en algunos casos, impide que se formen nuevas en el hipocampo.
- No desayunar bien
El desayuno no solo desempeña un papel fundamental en el metabolismo y el peso corporal, sino que resulta necesario para activar el cerebro a primera hora de la mañana.
La falta de proteínas, vitaminas y nutrientes en el desayuno causa degeneración cerebral, lo que más tarde causa muerte de neuronas por la sobrecarga que se produce durante las actividades de la jornada.
- Dormir poco
Una de las consecuencias más graves de no dormir lo suficiente tiene que ver con el daño cognitivo.
La falta de sueño causa pérdida de las células cerebrales y produce efectos dañinos a corto, mediano y largo plazo.
Por ejemplo, tras una noche con pocas horas de sueño es más difícil concentrarse y desempeñar tareas que implican pensar.
Más adelante se puede generar un deterioro mayor y pueden aparecer trastornos degenerativos como la demencia.
- No practicar actividad física
El sedentarismo es otra de las malas costumbres que acarrean problemas en el cerebro. La inactividad del cuerpo disminuye la segregación de varias sustancias químicas importantes y posteriormente se traduce en la pérdida de habilidades.
Por otro lado, está demostrado que hacer ejercicio puede cambiar la estructura y el funcionamiento del cerebro, lo que influye en su salud.
- Ambientes contaminados
Los ambientes con altos índices de contaminación afectan a aquellos que están expuestos de forma directa.
El cerebro es el órgano que más oxígeno consume y en este tipo de entornos se limita el suministro que requiere.
- Fumar
Los tóxicos que despide el tabaco no solo tienen un impacto negativo a nivel pulmonar, sino que atacan de forma significativa las funciones cognitivas.
Tanto consumidores directos como fumadores pasivos tienen más altos riesgos de sufrir pérdida de la memoria y alzhéimer al llegar a la tercera edad.
- Comer en exceso
Ingerir comidas en cantidades exageradas provoca ralentización de la circulación y limita el transporte del oxígeno hacia el cerebro.