Estas son las contundentes conclusiones de un informe preliminar elaborado
por un grupo de expertos independientes a petición del Consejo Ejecutivo de la
OMS, que en enero pidió hacer una evaluación externa de lo sucedido.
“No está claro cómo a pesar de las primeras alertas en mayo y junio de 2014, no hubo una respuesta adecuada. A pesar de que la OMS llamó la atención sobre un ‘brote sin precedentes’ en una rueda de prensa en abril del 2014, no se entiende como no hubo una posterior movilización internacional y una estrategia de comunicación consistente”, reza el texto.
Los expertos señalan, además, que a pesar de que en mayo se tenía constancia de la enormidad de la epidemia que ya afectaba a tres países -Guinea Conakry, Liberia, y Sierra Leona- la OMS no proclamó que la misma era una “emergencia de salud pública de preocupación internacional” hasta el 8 de agosto.
Este pronunciamiento tuvo como consecuencia el pánico en muchos países que fueron más allá de las recomendaciones de la OMS y establecieron barreras al intercambio comercial y la circulación de las personas, lo que provocó, recuerda el texto, graves consecuencias para los países afectados.
“Los países afectados sufrieron no sólo las severas consecuencias económicas sino también barreras para recibir el personal y el material necesario para luchar contra el virus”, añaden.
Asimismo, los expertos critican a la OMS por no haber buscado rápidamente la ayuda del sistema de respuesta humanitaria de la ONU.
“Hay un fuerte, sino absoluto, consenso de que la OMS no tiene ni la cultura ni la capacidad de respuesta operativa ante emergencias. A pesar de ello, antes de agosto de 2014, la OMS no pidió la ayuda de las agencias humanitarias de la ONU”, aseguran.
“Si se hubiera actuado antes, los recursos habrían aparecido antes, lo que hubiera evitado la crisis que llevó a que se necesitara establecer la Misión de las Naciones Unidas para la Respuesta al Ébola”, agrega el informe.
Ante esta situación, los expertos recuerdan a la OMS que necesita mejorar su capacidad de establecer acuerdos en casos de emergencia.
“Ha habido signos durante esta crisis que muestra que la habilidad de la OMS de actuar en colaboración con la ONU, el sector privado y otros actores no estatales no ha sido fuerte”, añade.
Además, el texto critica la incapacidad de la OMS de identificar que uno de los principales problemas en la lucha contra la expansión del virus era el desconocimiento de las tradiciones locales, lo que impidió una respuesta inicial efectiva.
“Dada la experiencia de la OMS con brotes, es sorprendente que le tomó hasta agosto o septiembre para reconocer que la transmisión del ébola se tendría bajo control cuando la vigilancia, la movilización social, y la atención adecuada a las comunidades afectadas se pusieran en práctica de forma simultánea”, afirma.
Ante esta situación los expertos apuntan, como ya hizo el Comité Ejecutivo en enero pasado, que la solución pasa porque la OMS desarrolle su capacidad operacional para poder actuar con rapidez y eficacia ante emergencias sanitarias.
“No está claro cómo a pesar de las primeras alertas en mayo y junio de 2014, no hubo una respuesta adecuada. A pesar de que la OMS llamó la atención sobre un ‘brote sin precedentes’ en una rueda de prensa en abril del 2014, no se entiende como no hubo una posterior movilización internacional y una estrategia de comunicación consistente”, reza el texto.
Los expertos señalan, además, que a pesar de que en mayo se tenía constancia de la enormidad de la epidemia que ya afectaba a tres países -Guinea Conakry, Liberia, y Sierra Leona- la OMS no proclamó que la misma era una “emergencia de salud pública de preocupación internacional” hasta el 8 de agosto.
Este pronunciamiento tuvo como consecuencia el pánico en muchos países que fueron más allá de las recomendaciones de la OMS y establecieron barreras al intercambio comercial y la circulación de las personas, lo que provocó, recuerda el texto, graves consecuencias para los países afectados.
“Los países afectados sufrieron no sólo las severas consecuencias económicas sino también barreras para recibir el personal y el material necesario para luchar contra el virus”, añaden.
Asimismo, los expertos critican a la OMS por no haber buscado rápidamente la ayuda del sistema de respuesta humanitaria de la ONU.
“Hay un fuerte, sino absoluto, consenso de que la OMS no tiene ni la cultura ni la capacidad de respuesta operativa ante emergencias. A pesar de ello, antes de agosto de 2014, la OMS no pidió la ayuda de las agencias humanitarias de la ONU”, aseguran.
“Si se hubiera actuado antes, los recursos habrían aparecido antes, lo que hubiera evitado la crisis que llevó a que se necesitara establecer la Misión de las Naciones Unidas para la Respuesta al Ébola”, agrega el informe.
Ante esta situación, los expertos recuerdan a la OMS que necesita mejorar su capacidad de establecer acuerdos en casos de emergencia.
“Ha habido signos durante esta crisis que muestra que la habilidad de la OMS de actuar en colaboración con la ONU, el sector privado y otros actores no estatales no ha sido fuerte”, añade.
Además, el texto critica la incapacidad de la OMS de identificar que uno de los principales problemas en la lucha contra la expansión del virus era el desconocimiento de las tradiciones locales, lo que impidió una respuesta inicial efectiva.
“Dada la experiencia de la OMS con brotes, es sorprendente que le tomó hasta agosto o septiembre para reconocer que la transmisión del ébola se tendría bajo control cuando la vigilancia, la movilización social, y la atención adecuada a las comunidades afectadas se pusieran en práctica de forma simultánea”, afirma.
Ante esta situación los expertos apuntan, como ya hizo el Comité Ejecutivo en enero pasado, que la solución pasa porque la OMS desarrolle su capacidad operacional para poder actuar con rapidez y eficacia ante emergencias sanitarias.