INTERNACIONAL.-¿Cuántas horas trabajas a la semana? En función del
cálculo, tu salud podría correr un grave peligro. Los riesgos asociados al
sedentarismo -resultado de pasar largas horas sentados sin realizar ningún tipo
de ejercicio físico- pueden conllevar la aparición de enfermedades
cardiovasculares o de infarto de miocardio.
Aunque los profesionales sanitarios llevan tiempo alertando de los problemas
que provoca el sedentarismo, lo cierto es que un nuevo estudio publicado en The
Lancet cuantifica este riesgo. Lo hace mediante la realización de un
meta-análisis en el que han comparado las horas de trabajo de más de medio
millón de personas y su estado de salud.
Las conclusiones de los investigadores son claras: si trabajas más de 55 horas a la semana, es muy probable que sufras un infarto o padezcas otro tipo de enfermedades cardiovasculares. En concreto, el riesgo de sufrir un ictus aumenta un 33% y el de ataque cardíaco se incrementa un 13%. Son datos que deberían hacernos reflexionar sobre nuestra actividad laboral, pero especialmente, sobre la necesidad de hacer deporte y no dañar nuestro organismo.
Este incremento del riesgo se compara con aquellas personas que trabajan dentro del “horario estándar”, es decir, de 35 a 40 horas semanales. Aunque es importante reseñar que los individuos que trabajan menos horas tampoco están libres de problemas de salud: el sedentarismo es una gravísima realidad a día de hoy, que está detrás no sólo de problemas cardiovasculares, sino también de otras enfermedades como la obesidad.
Para remediar los perjuicios del sedentarismo, es importante no sólo controlar las horas que pasamos sentados. También debemos aumentar nuestra actividad física, y éste debe ser uno de los retos que podemos proponernos de cara a la vuelta de vacaciones. Pero no sólo vale hacer deporte antes o salir del trabajo, una rutina que puede incluso llegar a mejorar nuestra productividad.
A veces es cuestión de plantearse el ejercicio físico de manera más realista. En ese sentido, un estudio publicado en British Medical Journal a principios de año señalaba que debíamos intentar llegar al objetivo de 150 minutos de actividad deportiva a la semana. Pero si al principio nos resulta difícil, podemos seguir reglas más sencillas, como por ejemplo, movernos durante 2 minutos cada 30 minutos que pasemos sentados. Seguro que nuestra salud nos lo agradecerá.
Fuente: América Economía
Las conclusiones de los investigadores son claras: si trabajas más de 55 horas a la semana, es muy probable que sufras un infarto o padezcas otro tipo de enfermedades cardiovasculares. En concreto, el riesgo de sufrir un ictus aumenta un 33% y el de ataque cardíaco se incrementa un 13%. Son datos que deberían hacernos reflexionar sobre nuestra actividad laboral, pero especialmente, sobre la necesidad de hacer deporte y no dañar nuestro organismo.
Este incremento del riesgo se compara con aquellas personas que trabajan dentro del “horario estándar”, es decir, de 35 a 40 horas semanales. Aunque es importante reseñar que los individuos que trabajan menos horas tampoco están libres de problemas de salud: el sedentarismo es una gravísima realidad a día de hoy, que está detrás no sólo de problemas cardiovasculares, sino también de otras enfermedades como la obesidad.
Para remediar los perjuicios del sedentarismo, es importante no sólo controlar las horas que pasamos sentados. También debemos aumentar nuestra actividad física, y éste debe ser uno de los retos que podemos proponernos de cara a la vuelta de vacaciones. Pero no sólo vale hacer deporte antes o salir del trabajo, una rutina que puede incluso llegar a mejorar nuestra productividad.
A veces es cuestión de plantearse el ejercicio físico de manera más realista. En ese sentido, un estudio publicado en British Medical Journal a principios de año señalaba que debíamos intentar llegar al objetivo de 150 minutos de actividad deportiva a la semana. Pero si al principio nos resulta difícil, podemos seguir reglas más sencillas, como por ejemplo, movernos durante 2 minutos cada 30 minutos que pasemos sentados. Seguro que nuestra salud nos lo agradecerá.
Fuente: América Economía