CIUDAD DE MÉXICO.- Científicos señalan que la
exposición continua al ruido del tráfico puede aumentar el riesgo de desarrollar
una enfermedad cardiovascular.
Los investigadores británicos hicieron un seguimiento a las personas que ingresaban a los hospitales con problemas cardiovasculares y la relación que tenían del ruido de tráfico con relación a los barrios de donde provenían.
Descubrieron que donde el ruido del tráfico era más alto y constante, los niveles de mortandad de esos pacientes era más alto que los pacientes que provenían de barrios donde el nivel de ruido era menor y estaba por debajo de los 55 decibeles.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que los niveles de ruido no deben de exceder los 55 decibeles durante el día y 45 durante la noche. En la Ciudad de México; por ejemplo, el nivel de decibeles en algunos puntos sobrepasa los 80 decibeles; por tanto ocasiona ruido y a su vez genera contaminación acústica.
Un artículo científico publicado en el European Heart Journal, señala que 60 decibeles no es especialmente fuerte y es mucho más tranquilo que la mayoría de los entornos urbanos y muchos lugares públicos cerrados como restaurantes populares, gimnasios, cines y estadios deportivos. Sin embargo, los investigadores sugieren que el efecto acumulativo de ruido constante durante años podría ser significativo.
Los investigadores británicos hicieron un seguimiento a las personas que ingresaban a los hospitales con problemas cardiovasculares y la relación que tenían del ruido de tráfico con relación a los barrios de donde provenían.
Descubrieron que donde el ruido del tráfico era más alto y constante, los niveles de mortandad de esos pacientes era más alto que los pacientes que provenían de barrios donde el nivel de ruido era menor y estaba por debajo de los 55 decibeles.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que los niveles de ruido no deben de exceder los 55 decibeles durante el día y 45 durante la noche. En la Ciudad de México; por ejemplo, el nivel de decibeles en algunos puntos sobrepasa los 80 decibeles; por tanto ocasiona ruido y a su vez genera contaminación acústica.
Un artículo científico publicado en el European Heart Journal, señala que 60 decibeles no es especialmente fuerte y es mucho más tranquilo que la mayoría de los entornos urbanos y muchos lugares públicos cerrados como restaurantes populares, gimnasios, cines y estadios deportivos. Sin embargo, los investigadores sugieren que el efecto acumulativo de ruido constante durante años podría ser significativo.