Al contarme sobre el nacimiento de su hijo ocurrido hace ocho meses, Caleb me dice que se sintió totalmente indiferente.
"¿Sabes de esa embargadora sensación de alegría y afecto que los padres describen al ver sus bebés por primera vez? Yo no experimenté nada así". El día de su boda tampoco fue interesante. "Para mí era como una producción teatral, algo mecánico", sostiene Caleb, quien me pidió no revelar su nombre completo. De hecho, asegura que no siente casi ninguna emoción, sea buena o mala. Lo conocí en un foro de internet dedicado a las personas que tiene alexitimia, una especie de "daltonismo emocional" que les impide percibir y expresar los distintos matices de sentimientos que normalmente acompañan nuestras vidas. Vea el articulo completo.-